“Los Diez Reyes” del Templo de la Literatura: ¿Una Sinfonía Visual de Devoción y Poder Imperial?

 “Los Diez Reyes” del Templo de la Literatura: ¿Una Sinfonía Visual de Devoción y Poder Imperial?

La dinastía Lý gobernó Vietnam desde el siglo XI hasta el XIII, dejando una huella imborrable en la cultura y el arte vietnamita. Uno de los legados más fascinantes de este periodo es “Los Diez Reyes,” un conjunto monumental de esculturas ubicadas en el Templo de la Literatura de Hanoi, Vietnam. Estas figuras, talladas con maestría durante el siglo XIII por artistas anónimos, capturan la esencia del poder imperial y la veneración hacia los Confucionistas, ofreciendo una ventana única al cosmos religioso y político de la época.

Las esculturas representan a diez reyes ilustres de la historia china, figuras reverenciadas por su sabiduría, virtud y logros.

Rey Dinastia Conocido por
Yao Xia Sabiduría y justicia
Shun Xia Virtud y bondad
Yu Xia Control de las inundaciones
Tang Shang Liderazgo militar
Wu Shang Desarrollo cultural
Zhou Wen Wang Zhou Fundador de la dinastía Zhou
Zhou Wu Wang Zhou Consolidación del poder Zhou
Qin Shi Huang Qin Unificación de China
Han Gaozu Han Fundador de la dinastía Han

La elección de estos diez reyes, en lugar de figuras vietnamitas, refleja una fascinante mezcla de cultura local y pensamiento confuciano. Los gobernantes Lý buscaban legitimidad a través del alineamiento con la tradición imperial china, adoptando sus valores y símbolos como propios. Al mismo tiempo, las esculturas también funcionaban como un poderoso recordatorio de los ideales confucianos que se promovían en la sociedad vietnamita.

“Los Diez Reyes” están dispuestas simétricamente en dos filas, con cada rey sosteniendo atributos distintivos que reflejan su historia y logros. Algunas esculturas llevan libros, simbolizando el saber y la erudición; otras ostentan espadas, recordando sus hazañas militares. El detalle escultórico es impresionante, capturando la expresión solemne de los reyes y la majestuosidad de sus vestimentas.

Las figuras son talladas en madera de madera de jackfruit (Artocarpus heterophyllus) y están pintadas con pigmentos naturales que han perdido parte de su brillo original. Sin embargo, aún es posible apreciar rastros del dorado que una vez adornaba las esculturas, evocando la aura sagrada de estos venerables gobernantes.

Las expresiones faciales de los reyes son intrigantes, mezclando serenidad con firmeza. Los ojos almendrados parecen mirar hacia la eternidad, mientras que sus labios están ligeramente curvados en un gesto que podría interpretarse como una sonrisa sutil o una profunda concentración. La postura erguida y las manos cuidadosamente dispuestas transmiten una sensación de poder controlado y sabiduría ancestral.

Más Allá de la Historia: Interpretando el Significado Simbólico

Las esculturas de “Los Diez Reyes” no son solo obras de arte impresionantes, sino también objetos cargados de significado simbólico. Para los vietnamitas del siglo XIII, estas figuras representaban mucho más que simplemente gobernantes legendarios. Eran modelos a seguir, símbolos de la virtud confuciana que debía aspirar a alcanzar cada individuo en la sociedad.

Las esculturas se ubicaban estratégicamente en el Templo de la Literatura, un centro educativo donde los estudiantes preparaban los exámenes imperiales para acceder a puestos de responsabilidad en la administración. Esta ubicación no es casual: al colocar “Los Diez Reyes” en un entorno educativo, se buscaba inspirar a los jóvenes eruditos con ejemplos de sabiduría y liderazgo.

La inclusión de reyes chinos también refleja el deseo de conectar Vietnam con una tradición cultural más amplia. Aunque Vietnam tenía su propia historia y cultura ricas, la dinastía Lý reconocía la importancia de integrar elementos del pensamiento confuciano como un medio para fortalecer el Estado y fomentar la unidad nacional.

“Los Diez Reyes” son una muestra excepcional del arte vietnamita del siglo XIII, combinando maestría técnica con significado cultural profundo. Estas esculturas nos transportan a un pasado distante donde la devoción a los ideales confucianos y la búsqueda de la sabiduría eran pilares fundamentales de la sociedad. Su presencia en el Templo de la Literatura sigue siendo una fuente de inspiración para los estudiantes que visitan este lugar sagrado, recordándoles la importancia de la educación, la virtud y el servicio a la comunidad.